Llover sobre mojado

Hace un tiempo ya que no deambulo por estas páginas. Muchas veces la hora del recuento o de mirar hacia adelante, nos bloquea el ojo en el aquí y ahora que se desvanece.
Pero acá estamos, de pie, despacito, intentanto despejar la niebla.
Boston y más inocentes en el camino de la vergüenza.

No pude quedarme frente al televisor, la inmediatez de la noticia sumada a la forma de mostrar con morbo los golpes bajos me daba náuseas. 
El horror me paraliza cada vez que sé que detrás de esas imágenes no hay un escritor, un director y su ficción, sino el lamentable resultado de un mundo enfermo al que no le encontramos en remedio.
Aún no hay respuestas claras. Tampoco creo que las haya pero ahora empezarán las conjeturas, y hasta tal vez una rápida salida con nombre y apellido. Siempre se necesita un culpable mas allá de pruebas débiles o escasos testigos.
Dos cosas me llaman poderosamente la atención. La primera es la debilidad de las estructuras de control a que nos tienen acostumbrados, la presencia militar con costosos operativos ineficaces que ante cada acto de barbarie prometen mejorar para evitar males mayores a futuro, mientras se suceden los mismos actos cambiando únicamente los escenarios. Cómo pudo pasar esto ante tanta seguridad que nos muestra la inseguridad en que nos movemos? 
La segunda, porqué cada vez mueren más y más civiles inocentes, cuando ellos son sólo víctimas de  intereses de las corporaciones y sus soldaditos de plomo de turno (presidentes, políticos, mercenarios, contratistas, vendedores de países, instituciones internacionales).

Si alguna vez llegamos a la verdad, que ocupe tantos titulares como las fotos que revisten el globo en el día de hoy.

Comentarios

Entradas populares